Un servicio de gestión discrecional de carteras permite a un inversor delegar sus inversiones en manos de profesionales expertos. De este modo, podrá contar con la tranquilidad de una gestión profesional de su cartera, que intentará responder a su perfil de riesgo y a sus expectativas de rentabilidad. A continuación, explicamos en qué consiste la gestión discrecional de carteras y qué beneficios ofrece.
¿Qué es la gestión discrecional de carteras?
La gestión discrecional de carteras es un modelo de gestión de las inversiones en el que las decisiones de comprar o vender activos las toman un equipo de profesionales. Es decir, que es posible delegar la gestión y administración de las inversiones en manos de expertos que pueden decidir qué movimientos financieros llevar a cabo para intentar obtener rentabilidad para su cliente, atendiendo a su perfil de riesgo.
Habitualmente, cuando se contrata un servicio de gestión discrecional de carteras, los profesionales se encargan del proceso de inversión sin necesidad de tener que consultar cada movimiento con el cliente, aunque este puede consultar en todo momento información sobre su cartera y cómo evolucionan sus inversiones.
Aunque en un servicio de gestión discrecional de carteras los fondos de inversión suelen ser los productos más contratados, también es frecuente que se suscriban productos estructurados así como activos alternativos como el private equity o el real estate.
¿A quién va dirigido un servicio de gestión discrecional de carteras?
Normalmente, los inversores que deciden contratar este servicio lo hacen por distintas motivaciones. Por ejemplo, en ocasiones un cliente puede no contar con los conocimientos adecuados para analizar el mercado y algunos de sus activos, como fondos de inversión o acciones, mientras que en otros casos es posible que no disponga del tiempo para evaluar adecuadamente sus inversiones. En cualquier caso, todos ellos tienen la confianza adecuada tanto en la entidad financiera como en los profesionales que trabajan en ella para delegar la administración activa de sus inversiones.
Al contratar un servicio de gestión discrecional de carteras, el cliente habitualmente recibirá con carácter periódico informes financieros con los movimientos que se han efectuado y los resultados que se estén logrando.
¿Cómo delegar mis inversiones en un experto?
Aunque es posible contratar online un servicio de gestión discrecional de carteras, puede ser oportuno solicitar previamente una reunión con un gestor profesional del banco, quien podrá ayudar a solventar cualquier duda que pueda surgir.
En cualquier caso, antes de que se haga efectiva la delegación de las inversiones de un cliente, el banco le solicitará realizar un test de idoneidad para conocer sus objetivos financieros, su aversión al riesgo y el horizonte temporal de inversión que maneja. Gracias a toda esta información, será posible establecer su perfil de inversión y el servicio de gestión discrecional de carteras del cliente más adecuado.
Por regla general, en un servicio de gestión discrecional de carteras, el profesional suele ocuparse de:
- Analizar y monitorizar las posibles inversiones a realizar para su cliente.
- Fijar y establecer la distribución de los activos de la cartera del cliente, tomando como referencia su nivel de tolerancia al riesgo.
- Gestionar la cartera de acuerdo a su criterio profesional y a la situación del mercado.
- Decidir el momento de compra y de venta de cada activo de la cartera de su cliente.
¿Qué ventajas ofrece la gestión discrecional de carteras?
Un servicio de gestión discrecional de carteras aporta las siguientes ventajas:
- Conocimientos financieros expertos y profesionalidad. El dinero del inversor está gestionado por profesionales financieros con experiencia.
- Objetividad. Al delegar la gestión de las inversiones en profesionales, se evita cualquier sesgo emocional a la hora de tomar decisiones de compra o de venta de los activos, lo que es probable que se traduzca en un mejor rendimiento financiero en el largo plazo. Es decir, que los expertos en los que se ha delegado la gestión de las inversiones utilizan criterios profesionales para la toma de decisiones, impidiendo que se pueda actuar de manera impulsiva ante, por ejemplo, una corrección de los mercados.
- Gestión flexible y activa. Los profesionales que se ocupan de la gestión de los activos de un cliente pueden adaptarse con rapidez a los cambios del mercado, buscando en todo momento las mejores oportunidades de inversión.
- Aportaciones. El cliente puede realizar en cualquier momento aportaciones a su cartera o programarlas para que se lleven a cabo de manera periódica.
- Diversificación. Es frecuente que, gracias al conocimiento de los profesionales financieros, la cartera de un inversor esté mejor balanceada y diversificada, con mejores expectativas de rentabilidad-riesgo a largo plazo.
- Transparencia. En todo momento, el inversor puede consultar el estado de sus inversiones, pudiendo efectuar un seguimiento digital permanente a través del servicio de banca digital.
- Ahorro de costes. Normalmente, los asesores financieros tienen acceso a productos en mejores condiciones que un inversor particular. Además, es probable que contraten sólo las denominadas clases limpias de fondos, en las que no existe pago de retrocesiones.
- Beneficios fiscales. En una gestión discrecional de carteras, en el caso de personas físicas residentes, sólo tributan los beneficios cuando se lleva a cabo el reembolso de la inversión.
En definitiva, la gestión discrecional de carteras puede ser una opción de gestión de las inversiones muy interesante para aquellos inversores que desean optimizar mejor sus inversiones. En cualquier caso, siempre es recomendable solicitar mayor información sobre este servicio recurriendo al asesoramiento de un gestor del banco.
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